
La salida del Fiesta dejó un gran vacío en el mercado europeo -también a nivel global, aunque el Viejo Continente fue el último en despedirlo- para la marca del óvalo, con el Puma intentando ocupar su lugar que, si bien ostenta muy buenos niveles de ventas, es un SUV y no un hatchback. Con el objetivo de volver a crecer en aquella región, donde este año también se despedirá el Focus, Ford estaría estudiando el regreso de su B-Hatch, eso sí, reconvertido en eléctrico.
Los rumores sobre su vuelta tomaron fuerza esta semana en Alemania, alimentados por reportes de medios especializados que señalan un posible desarrollo conjunto con Volkswagen. No es la primera vez que se habla de este proyecto: en 2023, ya se especulaba con que la firma del óvalo planeaba lanzar un nuevo Fiesta con motorización eléctrica.
El resurgimiento del modelo no sería un movimiento aislado. Ford y Volkswagen han intensificado su cooperación en Europa, dando origen a vehículos como el Explorer EV y el Capri, ambos basados en la plataforma MEB del grupo alemán, en particular las utilizadas por los ID.4 e ID.5.
En caso de concretarse, el nuevo Fiesta eléctrico podría adoptar la plataforma modular MEB Entry de Volkswagen, la misma que dará vida a los futuros ID.2 e ID.1. Esto no solo garantizaría una motorización 100% eléctrica, sino también a tecnologías de última generación en eficiencia y autonomía. También ayudará a abaratar costos para ambas compañías, por un lado acelerando su desarrollo y por otro, amortizando la inversión inicial y generando una mayor escala de producción.
Si el nuevo Fiesta toma como base al ID.Every1, se espera que incorpore un motor eléctrico de 95 CV, con una autonomía cercana a los 250 kilómetros. En cambio, si se alinea con el ID.2, el hatchback podría ofrecer hasta 226 CV y una autonomía de hasta 450 kilómetros en su versión más equipada.
Por ahora, no hay confirmación oficial por parte de Ford, pero el contexto y las alianzas estratégicas apuntan a que el regreso del Fiesta podría ser inminente y, esta vez, como representante de la nueva era electrificada, como un producto accesible y versátil como lo fue en sus comienzos.
Creo que el auto que falta es el Focus