
La RAV4 actual es un éxito a nivel global, superando incluso al Corolla y la Hilux, pero en lugar de seguir aprovechando su gran demanda, Toyota igual apostó por la renovación y, tras meses de pruebas y anticipos, finalmente presentó la sexta generación del C-SUV, con un estilo más agresivo, más tecnología y el protagonismo de las mecánicas electrificadas.
Aunque no es una revolución, sino más bien una evolución estética, los cambios se aprecian claramente en el sector frontal, donde se destacan los faros en forma de C y una parrilla inspirada en la del actualizado Corolla Cross. En los laterales, los pasarruedas ganan volumen con formas más cuadradas, mientras que en la parte trasera se incorporan líneas más verticales que mejoran la percepción de espacio y tamaño. Si bien Toyota no comunicó aún las dimensiones exactas, se estima que el nuevo modelo supera los 4,60 metros de largo.
Como era de esperarse, la RAV4 se ofrecerá en dos variantes estéticas: la versión estándar y la deportiva GR Sport, que suma llantas de aleación de 20 pulgadas, paragolpes con diseño exclusivo, trochas ensanchadas en 20 mm, parrilla específica y un prominente spoiler trasero.
Puertas adentro, el SUV incorporó un estilo más moderno y funcional, inspirado en la gama beyond Zero y en su hermana mayor, la Land Cruiser Prado. El sistema de infoentretenimiento ahora se opera desde una pantalla táctil de 12,9 pulgadas con un software completamente nuevo, más intuitivo y personalizable. Acompaña un nuevo instrumental digital de 12,3 pulgadas y un volante redondo con comandos físicos.
Entre las novedades se destaca un avanzado asistente de voz capaz de controlar navegación, climatización, sistema multimedia y otras funciones del vehículo. También se incorpora compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, actualizaciones OTA y nuevos selectores físicos para los modos de conducción. La calidad percibida da un salto notable, con mejores materiales y una construcción cuidada. Además, en las plazas traseras se mejoró el espacio para piernas y cabeza, consolidando su carácter familiar y cómodo.
Otra de las grandes incorporaciones es la nueva plataforma de software Arene, que soporta los sistemas de asistencia al conductor incluidos en el paquete Toyota T-Mate. Entre ellos sobresale la nueva generación de Toyota Safety Sense, que suma alerta de tráfico cruzado frontal, mantenimiento de carril mejorado, detector de ángulo muerto, sistema precolisión optimizado y estacionamiento remoto controlado desde el smartphone mediante la app oficial de la marca.
Mecánicamente, la RAV4 continúa apostando por la hibridación, sin dar el salto al eléctrico puro, reservado para el bZ4X. La oferta mecánica incluye versiones full hybrid de tracción delantera (183 CV) e integral (191 CV), ambas impulsadas por el conocido motor naftero 2.5 de cuatro cilindros combinado con uno o dos motores eléctricos, según la configuración. Las mejoras técnicas se centran en una mayor eficiencia del sistema gracias a la optimización de la batería, la transmisión y la unidad de control de potencia.
Por su parte, la versión híbrida enchufable ofrece una autonomía 100% eléctrica de hasta 100 kilómetros, gracias a una nueva batería de iones de litio de 22,68 kWh. Además, mejora los tiempos de carga: hasta 50 kW en corriente continua (de 10 a 80% en 30 minutos) y 11 kW en alterna (carga completa en unas 3 horas). Además, esta versión se ofrece por primera vez con tracción delantera (268 CV) o integral (304 CV), esta última capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,8 segundos.
Su llegada a Europa y Estados Unidos está prevista para fines de año/principios de 2026, mientras que a nuestra región debería llegar también el año que viene. Con esta nueva generación, la firma nipona apunta a mantener a la RAV4 como la principal referente de su segmento, reforzando su atractivo visual, sumando más tecnología a bordo y mejorando la eficiencia de sus mecánicas híbridas. Será realmente difícil desbancarla del lugar que ya se ganó a nivel mundial.
MAS FEA NO LA PUEDEN HACER ???