
La nueva WR-V es la apuesta de Honda como un B-SUV de entrada de gama, que si bien inicialmente fue pensado para India, terminó convirtiéndose en un producto global que llegará a nuestra región e incluso ya se comercializa en Japón. De hecho, en el país natal de la compañía, es todo un éxito y lleva más de 30.000 unidades vendidas en su primer año en el mercado.
Para sostener ese nivel de ventas y seguir creciendo, la firma nipona decidió aplicar una pequeña actualización en el B-SUV, con mejoras que apuntan a mejorar su calidad percibida y darle un toque más de refinamiento, considerando que su origen fue casi low cost al ser creado, como señalamos anteriormente, para mercados del sudeste asiático.
La WR-V 2025, desarrollada sobre la plataforma Global Small Car de Honda -la misma del City-, mantiene sus dimensiones: 4,32 metros de largo, 1,79 metros de ancho, 1,65 metros de alto y una distancia entre ejes de 2,65 metros, junto con un espacioso baúl de 458 litros. Las novedades aparecen en las versiones tope de gama para el mercado nipón: que incorporaron nuevos revestimientos, con una textura similar al cuero en el tablero y los es de las puertas, reemplazando al plástico duro del modelo original. También se ofrece como opción tapizado bitono, con la combinación entre negro y marrón, así como un nuevo color de carrocería, Obsidian Blue Pearl, similar al de la CR-V.
Las variantes más equipadas pueden incluir también el paquete estético Black Style, que agrega detalles e negro en el exterior e interior: rios como las manijas de las puertas, carcasas de los espejos y las llantas de 17 pulgadas lucen una terminación en negro brillante, mientras que en el habitáculo, el tapizado y otros elementos cuentan con un tono oscurecido.
Cabe recordar que en Japón, la WR-V ofrece de serie faros de Led y seis airbags, además del paquete de sistemas de asistencia a la conducción Honda Sensing, que incluye control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, sistema de mantenimiento de carril, cambio automático de luces y reconocimiento de señales de tránsito.
Mecánicamente, no hay cambios, manteniendo el conocido motor naftero 1.5 i-VTEC de cuatro cilindros en línea, que entrega 118 caballos de potencia y 142 Nm de torque, asociado a una caja automática CVT. Curiosamente, en aquel país no está disponible la variante híbrida, que sí llegará a nuestra región.
Precisamente, hablando de América del Sur, se espera que el B-SUV comience a ser producido en la planta brasileña de Itirapina este mismo año. De hecho, en los últimos meses han sido fotografiadas varias unidades de prueba circulando por calles y rutas del país vecino.